Muchos pacientes se preguntan acerca del proceso de recuperación tras la laparoscopia. Sin embargo, como hemos dicho en anteriores ocasiones, la laparoscopia consiste en un proceso nada invasivo, que como veremos a continuación requiere de una recuperación leve en la mayoría de los casos.
Además de la rapidez de la intervención, otra de las ventajas que tiene la laparoscopia es la agilidad en el proceso de recuperación. Así, en gran parte de los pacientes no es necesaria la observación por días en el hospital o centro clínico, pudiendo darse el alta unas horas después.
Durante proceso de laparoscopia el paciente no siente ninguna molestia ni dolor considerable, ahora bien, es posible que las zonas en las que se ha producido una pequeña incisión, resulten doloridas. Para ello, un analgésico será suficiente.
Algunas molestias complementarias que pueden aparecer durante unos pocos días tras la laparoscopia, son el dolor de hombro y molestias en la vejiga. Esto es así porque durante el procedimiento, se emplearon gas quien ocasiones puede irritar levemente el diafragma o ejercer presión en la vejiga.
La laparoscopia es una técnica con multitud de ventajas para aquellos pacientes que se deben intervenirse y que no tienen por qué sufrir las consecuencias de una intervención clásica y profunda.