La incontinencia anal, también conocida como fecal, es un problema con solución a pesar de que muchos pacientes crean que no la tiene.
El resultado de esta enfermedad es una dificultad para el control de la defecación en momentos no deseados. Por ello, se produce una deposición no controlada mediante goteo fecal involuntario.
A pesar de que suele haber una prevalencia mayor en la población femenina, los hombres también pueden llegar a padecerla a largo plazo.
La incontinencia anal se puede producir en momentos imprevistos en los que el paciente experimenta gases, esfuerzo físico, después de la defecación, al toser o estornudar, etc. En definitiva, en aquellos instantes en los que se pierde el control muscular del esfínter.
Existen distintos factores que pueden propiciar la aparición de incontinencia anal, como estreñimientos frecuentes, diarreas, abusos de laxantes, defectos congénitos del sistema nervioso, etc.
En otros casos, la edad avanzada o el daño muscular provocado durante la episiotomía en el caso de las mujeres tras el parto, puede provocar cambios en la función muscular del cuerpo que a la larga se traduce en incontinencia fecal.
No obstante, a pesar de que éste sea un problema importante para la persona que lo padece, sí existen soluciones para cada caso en concreto. Los remedios dietéticos suelen paliar los síntomas a corto plazo al mejorar la densidad del bolo fecal en aquellos afectados por el estreñimiento o las diarreas crónicas.
Sin embargo, la cirugía es una de las herramientas imprescindibles para hacer frente a la incontinencia fecal con resultados optimistas en aquellos pacientes intervenidos. No existen muchos centros especializados en este tipo de tratamientos, pero en la Clínica del Doctor Rocamora contamos con un equipo especialista en tratar pacientes con incontinencia anal, obteniendo resultados óptimos y favorables.
Ven a conocernos y te informaremos acerca de todo el proceso.