Muchos pacientes intentan buscar cirugía sin cicatriz, porque les aterra la idea de llevar una marca en su piel el resto de sus días, por una simple intervención que se hayan realizado.
Hace años, esto era impensable ya que las cirugías comprendían distintos procesos invasivos para el paciente. ¿Pero qué sucede hoy en día?
Pues bien, la cirugía LESS ( Laparo Endoscopic Single-Site Surgery) ha surgido para dar respuesta a esta problemática al favorecer el desarrollo de una intervención a través de una única entrada transumbilical.
De esta forma, se aprovecha el cierre del ombligo para conseguir una cicatriz invisible, ofreciendo una ventaja estética considerable frente a las intervenciones tradicionales que suponían secuelas a la imagen del paciente, en especial cuando la superficie de corte era superior.
Ahora bien, las ventajas que ofrece la cirugía LESS van mucho más allá de las estéticas, comprendiendo mejoras en el proceso de recuperación frente a la laparoscopia tradicional, mejorando el postoperatorio y la calidad de vida tras la intervención.
Debido a los innumerables éxitos que se han cosechado a través de este tipo de cirugía sin cicatriz, hoy en día utilizamos este método para las operaciones de vesícula biliar, intervenciones de emergencia por apendicitis, etc. consiguiendo un resultado excepcional en los pacientes.
En los últimos años, la cirugía sin cicatriz ha supuesto una insuperable revolución en el sector al ofrecer una mejora en aquellos aspectos indispensables para los pacientes: seguridad, estética y calidad de vida.