Detectar a tiempo los síntomas y causas de la inflamación intestinal es imprescindible para poner en marcha un tratamiento adecuado para el paciente.
En primer lugar, hay que diferenciar claramente entre inflamación aguda y crónica. Y es que, puede ocurrir que tras una comida copiosa y abundante empecemos a sentirnos hinchados y con malestar. En este caso, hay que ser consciente que la causa principal de las molestias vienen derivadas de la comida.
Sin embargo, en otros muchos casos, la inflamación se puede cronificar apareciendo de forma continua con ligeros periodos de remisión e incremento de molestias.
Existen ciertas sustancias que se encuentran presentes en el marisco, algunos componentes químicos como edulcorantes, conservantes, estabilizantes… que pueden alterar el epitelio de nuestro intestino favoreciendo la aparición de dolor.
No obstante, no podemos dejar de lado las especias, ya que algunas de ellas actúan como irritantes para la mucosa intestinal. Recordemos que en artículos anteriores analizábamos el impacto que tiene la pimienta y la comida picanate sobre las hemorroides, y como ésta no es causa directa de su aparición. Sin embargo, en pacientes que padecen de colon irritable es conveniente alejarla durante un tiempo para evitar agravar las molestias.
El estreñimiento o la diarrea también aparecen en ocasiones como síntomas de inflamación intestinal, aunque pueden ser causa de distintas y variadas afecciones.
La inflamación se representa en la mayoría de los casos con una especie de hinchazón y pesadez a nivel del bajo vientre, que se acompaña en muchas ocasiones de dolor punzante va uno.
Mantener una dieta rica y sana en verduras y vegetales es imprescindible para conseguir que nuestro intestino se mantenga sano y trabaje correctamente.