Muchos pacientes vienen a la consulta y preguntan acerca de las diferencias entre la fisura y la fístula anal.
Aunque ambas patologías parecen a priori muy similares, existen notables diferencias entre ellas.
Por un lado la fisura anal consiste en una herida o úlcera que adquiere forma de grieta en el tejido epitelial del ano. Se forma en el exterior como si de una grieta en la piel se tratase.
Por ello, el síntoma principal del enfermedad es el dolor intenso durante el acto de edificación, que puede alargarse durante horas. Sin embargo, a diferencia de las hemorroides, el volumen de sangrado es muy inferior.
Ahora bien, la fístula anal a diferencia de la fisura es un absceso. Consiste en una inflamación interna causada por la pus que se genera en las glándulas internas del tracto final del ano como consecuencia de una infección.
Pueden ser simples o complejas (las primeras de ellas son las más frecuentes). En este caso, el síntoma general son las manchas en la ropa con supuración mezclada con sangre, pudiendo acompañarse de picor y escozor en la región.
Ambas afecciones son especialmente molestas para el paciente, llegando a causar aislamiento social y pérdida de la seguridad personal, al considerar la patología como algo poco frecuente o muy raro.
Evita ingerir grandes cantidades de harina e hidratos de carbono, que puedan producir estreñimiento. Las costumbres alimentarias y la higiene son dos elementos muy importantes a la hora de evitar la aparición de fisuras y fístulas anales.
Si tiene dudas sobre su sintomatología, no dude en consultarnos. En la Clínica del Doctor Rocamora, su salud es nuestra responsabilidad.